La ficción es un recurso más del escritor para describir la complejidad del mundo y de nuestra vida.

El pasado 11 de noviembre fue el natalicio del escritor norteamericano Kurt Vonnegut y me sorprendió no ver las redes saturadas de anécdotas sobre sus obras o su vida a lo largo del día. Solo leí una mención en Slate, pero fuera de eso nada.

A menudo levanto mi pluma para hablar de los autores que siento olvidados, así que aunque no sea una experta en la literatura de América del Norte ni haya leído todos los libros de Vonnegut pretendo celebrar la existencia de mentes como la suya. La ficción es una herramienta del artista, no describe escenarios imposibles ni improbables, muestra partes del mundo que solemos omitir.

Su obra Slaughterhose-Five llegó a mis manos a mis 16 años, el título del libro me pareció bastante enigmático y no me llamaba realmente la atención. Probablemente nunca lo hubiera leído, pero al tratarse de un regalo de una persona querida me vi forzada a hacerlo y no me arrepiento.

La historia sucede entre la segunda guerra mundial y la guerra de Vietnam, pero se centra en la experiencia del personaje principal Billy Pilgrim. Él es mandado a la guerra pero no tiene ninguna aptitud para la misma, digamos que es un personaje más pasivo que activo o que padece la guerra en lugar de hacerla.

Billy no es un personaje interesante, no por sí mismo. Son de esas personas que uno luego ve en la calle esperando un autobús o un taxi y que jamás logran subirse a uno hasta que pasan varias horas y lo han empujado varias personas y otras tantas le han pisado los pies. Billy se sorprende de encontrarse en medio de la guerra sin armas, está sorprendido pero no hace mucho más al respecto. No es fuerte ni particularmente inteligente, como dije anteriormente: es pasivo.

Lo emocionante de Billy viene de fuera, de unos alienígenas (es ahí donde la ficción da sentido y estructura a toda la obra). Tras la guerra, como gran parte de los soldados el protagonista se queda con ciertos recuerdos e imágenes oscuras. En su mente suceden escenarios extraños que nadie más puede entender, vive en el presente pero su mente lo lleva un poco a todas partes sin dejar de estar en el mismo lugar.

Uno entiende casi al terminar la obra que ese ir y venir constante de su mente no es producto de algún tipo de locura, Billy está bien mentalmente. Lo que sucede es que fue abducido por extraterrestres con la capacidad de ver todo en cuatro dimensiones. Esto quiere decir que no perciben el tiempo como una línea cronológica, sino como una suma incesante de momentos únicos y eternos que suceden simultáneamente (al respecto de esta visión del tiempo vale la pena leer un poco sobre la concepción del tiempo en los presocráticos, desde Parménides y su escuela, así como los atomistas).

Billy ha visto su muerte y su nacimiento varias veces y no son nada sustancialmente distinto de los demás momentos (Aristóteles pensaría que Kurt y yo debemos releer toda su Física y Metafísica antes de seguir diciendo absurdos). La guerra pone en evidencia lo que normalmente ignoramos, estamos siempre expuestos ante peligros diferentes. Aunque todo parezca linear y consecuencia del momento anterior la verdad es que no sabemos si eso seguirá siendo así en el futuro. No lo sabemos y eso nos aterra.

Sin embargo, Billy no está aterrado, simplemente asume esa capacidad de ver las cosas. No se angustia por lo que vendrá, porque lo que viene ya está en el presente y el presente en lo futuro (Time present and time past are both perhaps present in time future, and time future contained in time past. If all time is eternally presenta ll time is unredeemable, T.S.Eliot, Burnt Norton). La fuerza de la narración viene de este elemento mágico, más cercano a la realidad de lo que parece pero no tanto como para dejarnos absortos eternamente.

Esta es mi experiencia con Vonnegut, un autor de mente brillante que hizo de su vida un relato con gran profundidad filosófica a la vez que terriblemente entretenido. Agradezco mi yo pasado (presente o futuro) el haber leído ese libro aunque fuera con cautela solo para poder transmitirles a ustedes algunas de las puertas que abrió en mi mente.

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Chloe Nava