Cuando las personas que crecimos en los noventa, más o menos, nos ponemos nostálgicas empezamos a intercambiar toda clase de recuerdos que lograron que todos tuviéramos una infancia parecida. Juguetes de moda, tazos, tenis con luces y reloj incluido pero sobre todo caricaturas. Las caricaturas podrían ser el tema de conversación de varias fiestas por la emoción que causa acordarte de tu capítulo favorito o de algún personaje que tenías olvidado y que acaba de salir en la plática. Somos una generación que creció frente a una televisión, todavía sin la invasión de Internet, pero con una inmensa programación que llenaba nuestras tardes.

De la mano de Cartoon Network, Nickelodeon o Disney Channel, podíamos escoger de una amplia oferta de caricaturas. Desde educativas y tradicionales como Doug hasta las más bizarras como La vida moderna de Rocko o Coraje, el perro cobarde. Visualmente ya eran extrañas, dibujos sencillos pero alejados de la realidad con personajes que no son completamente definidos. En los que se tratan temas que se pueden entender a muchos niveles.

Para nuestra fortuna hay quienes actualmente siguen creando caricaturas que nos recuerdan a esos tiempos, y que como adultos podemos seguir disfrutando.

Creada por el estadounidense Pendleton Ward, la serie animada de televisión Hora de Aventura (Adventure Time en inglés) cuenta las aventuras del humano Finn en compañía de su perro, hermano y mejor amigo, el perro Jake. No nos malentiendan. Hablar sobre unas caricaturas puede parecer poco atractivo e incluso aburrido, pero el objeto de este escrito es explicar por qué merece darle seguimiento a estas caricaturas, pues como ya dijimos, de infantiles tienen mucho pero, si lo analizamos un poco más, también tiene mucho contenido para adultos del que vale la pena hablar.

Para empezar la serie está ambientada en un futuro postapocalíptico. Nadie puede dictaminar si Ward se ha adelantado a nuestros tiempos y está exponiendo lo que próximamente va a pasar con nuestro mundo y época, pero sí está predicando a su manera una posibilidad sobre nuestro futuro. Con el paso de los capítulos es que podemos dar cuenta del espacio y tiempo en el que transcurre la historia, pero esto sólo si se es muy precavido hacia los detalles. Investigando un poco más es que supimos, en palabras de Ward, que Hora de Aventura está situado después de una gran guerra nuclear o -como lo llaman en la serie- “la guerra de los champiñones” (haciendo alusión a que la bomba atómica tiene forma de hongo al explotar). Todos en la llamada tierra de Ooo son personajes surrealistas que hablan y tienen poderes mágicos como consecuencia de las radiaciones emitidas por las bombas nucleares. Excepto por Finn, al que por eso hacen hincapié en su condición de ser humano. El último ser humano vive en la tierra de Ooo, tiene 13 años y está convencido de estar destinado a ser el mejor aventurero que el mundo haya conocido.

La verdadera genialidad de la serie recae en que el guionista fantasea con llevar el inconsciente a un nivel más alto del que podemos conocer y aún así generar en cada uno de los capítulos una narrativa congruente. Se arriesga y juega con ahondar en temas como la memoria, los sueños y la realidad. Es en capítulos como El recuerdo de un recuerdo que se muestra la posibilidad de entrar en la memoria y recorrerla como algo tangible, material e incluso atemporal. O en Rey Gusano que se presenta perfectamente bien logrado en lo visual el funcionamiento de los sueños y las pesadillas. O en Finn el humano y Jake el perro que a partir de causalidades se generan realidades alternas.

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Lo mejor de todo el asunto es que a pesar de que el autor habla de temas formales la serie no deja de ser lo que es: caricaturas. Con una animación que sin ser muy estrafalaria atrapa al espectador y lo remite a caricaturas de la década de los noventa por la simpleza de sus gráficos, produce risas con el manejo de un humor muy peculiar y subversivo basado en la extravagancia continua. Explota su condición de animación pues no hay límites para lo ridículo y justo por eso es que nada en la serie lo es. Con un argumento simple marca un contexto que va evolucionando y diversificándose a medida que pasan las temporadas. Así como también se preocupa por profundizar en los personajes no sólo principales sino también en los secundarios recurrentes hacia los que se generará cierto apego por la manera en la que los iremos conociendo.

Frente a situaciones dignas tanto de Ulises o Simbad como de Chaplin o Keaton, Finn y Jake salvarán a Ooo y a sus habitantes de todos los males y enemigos que se les presenten. Creativa, ocurrente y original, después de 5 temporadas (casi 6)  nunca es tarde para comenzar a ver Hora de Aventura y sorprenderse por el alto grado de innovación narrativa y pasar un rato bastante divertido.

Como dato curioso, Ward inició la transmisión de la serie por Internet, y más tarde, el buen ojo de la gente de Cartoon Network decidió comprar los derechos de transmisión para que todos los nostálgicos nos sintamos en la infancia con anuncios de más caricaturas, juguetes y la misma voz oficial del canal de hace 10 años.

Aquí les dejamos una lista de capítulos que les recomendamos para que se inicien, pero les adelantamos que todos los capítulos vistos de forma lineal tienen una trama lógica:


Temporada 1:
- Tronquitos

- El Enchiridion

- La Gruta

- Magos

 

Temporada 2:

- Llegó de la Nocheósfera

- Las otras tartas

- El Límite

- Amor peligroso

 

Temporada 3:

- El recuerdo de un recuerdo

- Batalla mágica

- Lo que estaba perdido

- Escalofríos

- Bellotopia

 

Temporada 4:

- Más allá del reino terrenal

- Hijos de Marte

- Fuego inestable

- Rey Gusano

- Dama y Arcoiris

 

Temporada 5:

- Finn el humano

- Jake el perro

- Toda la gente pequeña

- Calabozo Misterioso

 

Carime Esquiliano Sllim y Pía Gómez Escalante