No se entiende muy bien por qué alguien haría las canciones que hace Joaquin Garcia. A primera escuchada se sabe que hay una fuerza en ellas que se encuentra en una de cada diez mil bandas. Tal vez cien mil, no sé, no soy muy bueno con los números.

Tampoco se da cuenta uno de qué van esas letras. A Bob Dylan le han dicho mas de una vez que fue la voz de una generación. No se muy bien tampoco que signifique esto. ¿¡Que es una generación, para empezar?!… Yo no lo sé, y creo que ellos tampoco. Lo que sí se es que en una época en la que la ironía y la sinceridad luchan con espada y hasta la muerte, se agradece que alguien haga uno de los casos mas sinceros a favor de la segunda.

El concierto de anoche no fue un parte-aguas porque esas canciones ya las había sentido mucha gente cercana a Joaquin. Esas canciones ya habían cumplido su cometido. Lo que hicieron ayer fue convertirse en armas masivas de sinceridad. Dieron un brinco a un universo que no conocían y probaron estar mas que listas. Esta música ha entrado con un pie derecho al medio musical. En ningún punto The Local Universe perdió la energía necesaria para aterrizar las letras de Joaquin en los corazones de la gran audiencia que no se levantó de su asiento en ningún momento. Eso, en la era de la ironía, es una apabullante victoria.

No me atrevería a decir que nadie es la voz de una generación, eso es ridículo. Pero si alguien esta contribuyendo a esparcir un mensaje sincero en este pan tostado llamado mundo, ese es Joaquin Garcia. Gracias a él y a The Local Universe por darse uno de los conciertos mas sobresalientes al que haya asistido un servidor.

No voy a hablar de las canciones, porque hoy no vengo como crítico, sino como celebrador. La mayoría de ellas están disponibles a cualquiera que tenga una computadora con internet, y harán un caso a su favor mucho mejor que el que yo les pueda hacer.

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Jose Luis Isoard.